A pesar de ser una técnica o terapia alternativa de antaño, el Reiki, un ancestral sistema de medicina alternativa que tiene su origen en Oriente, ha logrado mucha mayor popularidad en el occidente hace apenas algunos años. “Reiki” es una palabra japonesa que significa “Energía Vital Universal”, y es a la misma energía a la que aluden diferentes culturas a través de otras técnicas, como por ejemplo el Prana en la India, o el Chi en China.

Los orígenes de esta técnica son confusos, pero muchos han encontrado indicios de él en sutras budistas del siglo V antes de Cristo. A pesar de que la técnica ha sido oculta para la humanidad por mucho tiempo, fue redescubierta a mediados del pasad siglo por un japonés, Mikao Usui, que ha transitad su vida como sacerdote cristiano, profesor de teología y rector de la Universidad cristiana de Doshisha, en Japón.

La terapia que realiza el Reiki consiste en la imposición de las manos en
diferentes puntos del cuerpo del paciente, los cuales son denominados chakras por los hindúes, y que corresponden a sus centros energéticos. Son portales de energía rotatoria, que tienen diversas funciones, y tienen su lugar en determinados puntos de los “cuerpos sutiles”, que pueden ser considerados como duplicados energéticos del cuerpo físico, y se encuentran en un espacio-tiempo paralelo a la dimensión física. Esta dimensión en la que se encuentran los cuerpos sutiles es imposible de percibir con los cinco sentidos tradicionales.